“La Verónica”, la película que refleja la incesante búsqueda por ser atractivo

El film cuenta la historia de Verónica Lara, una influencer capaz de cualquier cosa por sumar like en redes sociales. “Todos somos como ella”, afirma su director Leo Medel.

“La Verónica”, película del director Leo Medel, invita a la reflexión acerca de la búsqueda incesante por el ser atractivo en la sociedad actual, a través de la historia de Verónica Lara, una influencer y esposa de un famoso futbolista, quien es capaz de cometer cualquier acción por sumar más like en redes sociales. 

El film está, además, contado de una forma muy especial: sólo primeros planos, un total de 53, concentrados en el personaje principal que intepreta la actriz Mariana di Girolamo.

“El relato comienza cuando Verónica está siendo investigada por la muerte de su primera hija y en forma paralela atraviesa una depresión post-parto y mantiene una relación tensa con su hija recién nacida”, explica el director.

Aunque la película, generó cierta polémica en Santiago cuando un diario nacional publicó que se basaba en la vida de Cote López, «La Verónica» alude al estereotipo de esposa de futbolista, como lo es Victoria Beckham, y a un tema más profundo.

“La película habla acerca de la forma en cómo nos representamos en las redes sociales,  pero hay que tener presente que todos todo el tiempo nos presentamos de una forma diferente a la que verdaderamente somos. En el film, el personaje de Verónica aparece mintiéndole a todo el  mundo, pero ella es la más honesta respecto a la actividad de la mentira. Todos estamos mintiendo. Todos somos un poco como Verónica Lara». 

¿Es la película un reflejo de la sociedad actual donde vemos que las personas son capaces de cualquier cosa por sumar seguidores o un like en redes sociales? 

“Creo que la película muestra algo muy presente en la sociedad actual: nunca antes el poder de la atracción, lo atractivo, había sido cuantificado, como sucede a través de los like.

“Para mi existen varias esferas de poder -el dinero, el bélico- pero mientras que el poder de lo atractivo siempre había permanecido en lo inefable, hoy se puede cuantificar en los likes, y hoy todos estamos en la búsqueda de ser atractivo como una forma de codicia del atractivo».

El director de la película, Leo Medel, estuvo en La Serena para presentar su película en el Festival Internacional de Cine de la ciudad.

¿Cómo se hizo para no caer en el riesgo que el personaje resultara antipático para el público?

“Creo que el personaje es atractivo de ver antes de cualquier cosa. Al mismo tiempo que estamos siendo repelidos por él, estamos siendo atraídos por la mirada. Además la película tiene varios momentos en que uno ve la relación que tiene la intérprete o la performer con su público, como sucede en las escenas con sus sobrinos, y qué podría hacer cualquier cosa por él. Y, nosotros, al otro lado de la pantalla, somos la extensión de ese público”

¿Cómo se logró la selección de la actriz para el rol principal que recayó finalmente en Mariana di Girolamo?

“El proyecto de “La Verónica” es muy largo: el primer teaser se grabó en el año 2008 y pasaron 12 años hasta que logramos filmar efectivamente. En el tiempo que transcurrió tuvo cuatro intérpretes diferentes. Yo retomé el proyecto en el año 2017, en un cortometraje con Mariana. No era el mismo personaje, pero era la misma estructura y ahí me dí cuenta que ella era capaz de sostener la cámara sobre ella por un período largo de tiempo”.

¿A qué se refiere el nombre de la película?

“El nombre se refiere a la estación del Vía Crucis en qué una mujer le está entregando un paño a Cristo para sacarle el rostro. Además, la palabra Verónica significa el verdadero rostro y, para mí, la película está relacionada con la búsqueda del verdadero rostro del personaje”.

¿Cuándo surge la idea de filmar sólo con primeros planos secuencias?

“El modelo narrativo se pensó previo al guión. Primero, me planteé el realizar una película sólo con primeros planos y tuve alrededor de tres guiones de diferentes temáticas antes de llegar a La Verónica. Siempre estuvo la premisa estética. El guión recogió esta idea de cómo filmar, que se conecta con la estética de la selfie. Pensé la película cómo una especie de video de youtube, cuando uno ve a un youtuber hablándole a la cámara”.

¿Crees que esta forma de filmar, con recursos más reducidos, debe imperar en nuestro país?

“Yo vengo de una Escuela de Cine de Chile y siempre se nos planteó la idea de la restricción formal como una forma de declaración estética. Esto se relaciona con el hecho de que nuestra industria cinematográfica es mucho más pequeña que la industria que existe en el mundo, y en la medida en que reconozcamos esta realidad podríamos ser más expresivos con el lenguaje. El no tener plata no debería ser una restricción para ser películas, sólo debería ser una forma de abordarlas”.

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