Con actividades recreativas, niñas y niños aprendieron técnicas básicas de repostería, huerta orgánica y fútbol.
Desde el municipio de La Serena, a través de su Oficina Local de la Niñez, ha realizado diversas acciones territoriales para la promoción de los derechos de niñas, niños y adolescentes de la comuna. Entre ellas, la ejecución de talleres comunitarios en la población Juan XXIII de La Antena, donde junto a
sus padres compartieron y aprendieron en torno a la repostería, la huerta comunitaria y el fútbol. Fueron alrededor de 30 participantes quienes tuvieron la oportunidad de ser parte de estas iniciativas realizadas en la Junta de Vecinos Juan XXIII y que contaron con talleristas que fueron guiando el proceso de aprendizaje de cada uno de las niñas y niños.
Agustín Orrego, valoró la enseñanza recibida, indicando que “la pase bien porque la profesora es muy amable, profes como ella no existen, esto me sirve para cocinar y aprender nuevas cosas”. Del mismo modo, Madeleine Muñoz, quien se hizo parte de todos los talleres, expresó que “me gustó compartir y que la profesora nos estuviera ayudando, me gustó jugar con los demás niños y todos compartimos sin ningún problema”.
En ese tenor, para el alcalde Roberto Jacob, es “relevante poner el énfasis en esto y sobre todo en los niños porque son el futuro y a ellos hay que guiarlos por el buen camino, enseñándoles cosas que les sirvan a futuro tanto para desarrollarse o a las familias para poder subsistir. Seguiremos con estos talleres para que los niños puedan proyectarse de mejor manera”.
La iniciativa se desarrolla a través de un Grupo de Acción, que representa el espacio de articulación entre distintos actores de la comunidad, liderando desde el territorio la elaboración de un diagnóstico comunitario y la planificación de acciones para abordar las principales temáticas que se levanten, fortaleciendo a los actores de la comunidad como co-garantes de derechos de niños, niñas y adolescentes. “Es poca la vez que se hace algo así en una comunidad que suele ser poco sociable, una experiencia maravillosa que los niños aprendan algo nuevo en una población donde a la gente no le gusta mucho participar. Son cosas que no les podemos enseñar en la casa, pero aquí las profesoras les enseñaron todo. Es bueno que como comunidad y Junta de Vecinos se unieran a través de los cursos y fueran más amigables”, resaltó Constanza Vargas, quien participó junto a su hijo de 8 años.
De acuerdo al desarrollo de esta iniciativa, cabe señalar que el taller de repostería, dictado por la monitora Gloria Domínguez, fue sin duda uno de los espacios más valorados por las familias, porque les permitió formar nuevos lazos. “Es importante que los niños vayan teniendo estas posibilidades de relacionarse con más gente, de sentirse queridos, de sentirse valorados y eso va a hacer de ellos unas mejores personas, sin lugar a dudas”.
Margarita Riveros, jefa del Departamento de la Familia del municipio, del cual depende la Oficina Local de la Niñez, señaló que “los niños han aprendido a hacer diferentes cosas junto a sus mamás y los talleristas, todo esto es gracias a la experiencia aprendida a través de los talleres”. La ceremonia incluyó la entrega de diplomas de participación para las niñas y niños que integraron los talleres, como una forma de reconocer la constancia y entusiasmo que tuvieron hasta el cierre de esta significativa instancia.