El corazón es una máquina extraordinaria que realiza un promedio de 70 latidos por minuto, expulsando en cada uno de ellos sangre a todos los órganos para entregar el oxígeno y los nutrientes necesarios. Esto equivale a 4.200 latidos por hora, 100.800 latidos en 24 horas y 36.792.000 latidos en un año calendario. Si multiplicamos estas cifras por nuestros años, dimensionaremos lo que ha hecho, hace y seguirá haciendo este noble órgano para mantenernos con vida.
¿Qué podemos hacer nosotros a cambio de tanto esfuerzo? El Dr. Andrés Kanacri, cardiólogo e integrante del Centro de Enfermedades Cardiovasculares de Clínica Universidad de los Andes, entrega algunos consejos prácticos para optimizar el funcionamiento de nuestro corazón y aminorar su deterioro.
- Mantener una buena alimentación: idealmente llevar una dieta mediterránea, en base a vegetales, frutas, pescado, aceite de oliva y frutos secos, entre otros.
- Realizar ejercicio aeróbico 30 minutos, al menos, tres veces por semana. Si siempre se ha tenido una vida sedentaria, es recomendable consultar a un médico para que indique un ejercicio que no implique inconvenientes para la salud.
- Evitar los malos hábitos, como fumar, beber alcohol en exceso y comer en forma desmedida productos ricos en grasas saturadas y sal.
- Controlar la presión arterial, para mantenerla en los niveles recomendados por un especialista.
- Adicional a lo anterior, hay una serie de fármacos a utilizar para el cuidado del corazón, que deben ser indicados por un especialista cuando las condiciones clínicas así lo aconsejen.
“Todos estos consejos permitirán tener una mejor calidad de vida, y nos hará sentirnos bien y tener un corazón más sano”, explica el Dr. Kanacri.
La mayoría de los factores de riesgo están asociados a estilos de vida poco saludables. Y en el caso de las enfermedades cardiovasculares, estas se convirtieron en la primera causa de muerte a partir de la segunda mitad del siglo XX, cuando el ser humano comenzó a consumir dietas hipercalóricas, ricas en azúcar y grasas saturadas, asociados a un sedentarismo progresivo.
Es por esto que “es importante realizar revisiones médicas para prevenir enfermedades cardiovasculares, especialmente cuando existen antecedentes familiares de riesgo cardiovascular o cardiopatías”, concluye el cardiólogo.